lunes, 26 de noviembre de 2007

FUI AL OTRO LADO DEL MUNDO


Fui hasta el otro lado del mundo. Estuve escuchando la poesía concreta de algunos pensamientos hambrientos de hablar. Entonces deje de hablar. Contemple, me contemple, complemente el espacio entre el viento, los minutos, la lejanía y mi voz silenciosa, con miradas hacia dentro de la casa prestada, con miradas hacia la calle a mis espaldas, con miradas de frente y a los ojos de Hamburgo, con miradas al cuerpo de mañana.
Fui hasta el otro lado del mundo, a formar un recuerdo con el barro de mis pasos. Descubrí esquinas y en una de ellas me sentaba a recordar, a sentir la gente pasar, a mirar el tiempo andando de abrigo y sin prisa.
Fui hasta el otro lado del mundo, Caetano Veloso cantaba “Carolina” y yo solo sonreía cuando trataba de entender lo que no tiene entendimiento entre el sol y el concreto, entre un hombre y una mujer ,destino escrito en la lengua de los aventurados, en el código de los extraviados, en la fe de los metafísicos, en mis pies.
Fui hasta el otro lado del mundo y encontré a una andaluza cansada de ir contracorriente, soportando el frío viento del silencio de Romeo, soportando el frío aliento de una ciudad que poco a poco le hacia sentir mas extranjera. De su boca aprendí que hay cosas que solo son una raya en el agua, y que un segundo puede ser el océano completo. De su boca me descubrí.
Fui hasta el otro lado de mi mundo y la amistad descubrió su rostro tapado con caretas de terciopelo barato. Fui hasta el otro lado de mi orgullo y me tope con una puerta entre abierta y entre cerrada con vista al salón de los espejos.
Fui hasta el otro lado y sigo siendo el mismo ladrón sin precaución, que avanza sonriente bajo la luna de tu descuido. El mismo saqueador de tus días y mis noches, del viento y su caja fuerte. El mismo que sigilosamente huye de la prisión de tus ojos, del cautiverio de la imagen y la semejanza, de la cárcel de las banderas. Pero fui a mi otro lado.
Fui hasta el otro lado del mundo y sin embargo seguía estando en la misma casa, observando por su ventana, descansando en su antesala.

miércoles, 20 de junio de 2007

NO TE SALVES



No te quedes inmóvil

al borde del camino

no congeles el júbilo

no quieras con desgana

no te salves ahora

ni nunca

no te salves

no te llenes de calma

no reserves del mundo

sólo un rincón tranquilo

no dejes caer los párpados

pesados como juicios

no te quedes sin labios

no te duermas sin sueño

no te pienses sin sangre

no te juzgues sin tiempo

pero si

pese a todo

no puedes evitarlo

y congelas el júbilo

y quieres con desgana

y te salvas ahora

y te llenas de calma

y reservas del mundo

sólo un rincón tranquilo

y dejas caer los párpados

pesados como juicios

y te secas sin labios

y te duermes sin sueño

y te piensas sin sangre

y te juzgas sin tiempo

y te quedas inmóvil

al borde del camino

y te salvas

entonces

no te quedes conmigo.



Mario Benedetti.



¡Yo no me salvo!

miércoles, 13 de junio de 2007

LOA SUEÑOS NO DEVERIAN DESVANECERSE TAN RAPIDO


Los sueños no deberían desvanecerse tan rápido al despertar, tan solo podrían permanecer un poco mas en nuestra realidad como para terminar de saborearles; después es cuando se vuelven confusos, cuando van desapareciendo los detalles en cuanto abrimos los ojos, como el castillo de arena que tras el abrazo de los brazos extendidos de la ola, queda incompleto, mas no destruido.

Salíamos de Tuxtla Gutiérrez por una carretera que iba dejando atrás, esa parte no tan verde de Chiapas. Avanzábamos subiendo hacia algún secreto, como buscando el cielo entre curvas no tan pronunciadas. El carro era parecido a aquella vagoneta, que utilizaran el Diego y el Gael, o al menos, algo parecido, antiguo, con cierta atmósfera de viaje familiar, de clase mediera alta. Yo iba acompañado por alguien sin rostro, su voz no la recuerdo, pero recuerdo haberle escuchado.

Después de algunas curvas y algunos kilómetros recorridos, en los que curiosamente yo iba mirando hacia atrás, viendo como desaparecía poco a poco la ciudad, apareció el valle a nuestra derecha, un poco de pinos, no eran árboles, sino pinos espectadores de un gran lago, que a la distancia parecía pequeño, pero uno sabiendo la escala, sabia que era enorme y se le imaginaba profundo. Mantenía en sus aguas quietas un color mezclado entre el turquesa y el gris de la pared de piedra que formaba una media luna; parecía haber nacido en el fondo del lago y no en su orilla, levantándose hasta provocarnos una sensación de angustia, angustia que aparece cuando comenzamos a sentirnos pequeños ante la grandeza del paisaje. El lago era hermoso, grande, lleno de nostalgia y profundo, aunque con sus aguas muy en silencio, tan silenciosas como la saudade que deja un recuerdo después de visitarnos. Vi un extremo de la pared rocosa, como si de pronto hubiese activado un zoom in a mi antojo; entonces pude ver que estaba formada de piedra, pero también de mármol, y tenia altos relieves como los muros de algunos palacios, parecía que fuera el soporte del cielo y este ultimo el techo de un enorme recinto.

Comencé a sentir tristeza pero a la vez mucha paz, apareció una nostalgia mayor que yo, como si saliese en forma de vapor de las aguas del lago y se mezclara, con el aire arrinconado en la media luna de piedra y mármol que sostenía al cielo, o tal vez, a mis parpados caídos.

Estoy volando, mi pecho lo siente. El carro no se donde quedo, pero ahora estoy encima del paisaje. Puedo controlar mis brazos alas y manipularlos con el viento, se exactamente como girar a la derecha, como bajar la velocidad del vuelo, como caer en picada y regresar hacia lo alto, mi pecho lo siente ¿Es esta sensación, la sensación de libertad? Estoy feliz, estoy muy triste, nostálgico, en paz, libre, soñando, sintiendo que vuelo, con miedo, sin el. Tal vez sea que la libertad es tan grande, que provoca una serie de sentimientos entremezclados, aunque no se que tan real pueda ser algo que estoy sintiendo en todo yo, algo que mi pecho siente, pero que sucede en algún lugar donde aparentemente todo duerme. ¿Pueden los sueños provocar sentimientos o sensaciones y aun tenerles como algo irreal? Estoy volando, no tengo ninguna duda, se que estoy en otro universo de ojos cerrados, pero igual siento.

Como una parte del negativo de una película, al que le han cortado algunos cuadros, de pronto estoy en un pequeño poblado chiapaneco, jugando fútbol con niños zapatistas que de alguna manera, siguen bajo el mando de algún jefe de la comunidad, sin ningún rango de sub. Comandante, ni Teniente ni nada de eso: Un vil político de la región.
En pleno juego, llega un policía y nos dice que esta prohibido jugar. Comienzo a discutir con el, le pido una explicación a su orden. Mi amigo Edgar quiere “arreglarse” y yo más me molesto. Alzo la voz , le muestro mi enojo y pretendo hacerme escuchar y dar todo un discurso sobre derechos humanos (que ingenuo), pero es ahí justo cuando se escucha la voz de un indígena que dice: Ya no le digas nada, así déjalo, se va a enojar y después de todo tu te vas a ir y nosotros nos quedaremos aquí, no nos cauces problemas, por favor- Me molesta la actitud de mi amigo el psicólogo y me decepciona que se aliara con el policía y ahora van los gritos hacia el. Solo sonríe diciéndome en silencio “Así es esto, note hagas pendejo y aliviánate” No se como reaccionar ni que decir.

Abro un ojo, aun tengo la sensación de libertad y paz al haber volado sobre el lago y su media luna, recuero poco del agua, ahora pienso que tengo que ir al banco, no se porque estaba con unos niños jugando ¿Qué hora será? Ya solo queda la sensación del vuelo y una ligera imagen de agua y montañas, se esta borrando el pueblo chiapaneco, aparece un mensaje en mi teléfono, reconozco mi cuarto, voy olvidando que alguien me hablaba en el carro, ¿Por qué estaba jugando fútbol con unos niños zapatitas que a la vez no lo eran? Ah tengo que bañarme rápido si quiero llegar a tiempo, venga de una vez, levántate ya, aun siento en mi pecho haber volado. ¿Tengo que pensar que todo fue irreal? ¿Porque? ¿Quien lo sabe más que yo como para decirme que no fue cierto, que no estuve en ese pueblo, que no volé, que no había ningún lago, si yo lo siento en el pecho?

Los sueños no deberían desvanecerse tan rápido al despertar, es como dejar una puerta entre abierta y es mucho peor que estar cerrada, porque alcanzas a ver que hay algo ahí detrás de ella, pero no distingues que es y mientras quede entre abierta, el cuadro no se completara, solo serán pequeños trozos de imágenes e historias inventadas .

miércoles, 30 de mayo de 2007

OBSERVANDO LAS ESTRELLAS



El ritmo de Cullum
Da un golpe
Luego dos
Sube y baja sin ser otra cosa
Que un compás de mi banda sonora.

No tengo alas
Y sin embargo vuelo
Cruzo esta gruta
Cielo nocturno
De diamantes melancólicos.

Olor
Olor a errores
Olor a aciertos
A batallas perdidas
Derrotas ganadas.

Y a mitad de la soledad provocada
Por pensar
En los rostros herrados
En nuestra espalda.

Afirmo que el techo de esta casa
A veces firme, a veces derrotada
Es tan vasto
Como el vacío que sopla de madrugada
En alguna ciudad desconocida.

Entonces no creo
Siento que este mar estrellado es inmenso
Yo pequeño
Y la nostalgia madura
Cuando las olas del pasado vienen y revientan aquí

Al menos sucede
Cada vez que estoy entre el cielo y la tierra
Observando
Las estrellas.

jueves, 24 de mayo de 2007

EL ESPIRITU DEL BLUES


Salí después de mediodía, el cielo no era azul, pero el clima se sentía como si lo fuera, un bochorno que nos lamía la piel y el aire había decidido sólo aparecer de vez en vez.
Sonaba Jimmy Smith, hacia tiempo que no lo escuchaba. Ese sonido de órgano es único en sus dedos, ataca sin aviso, después deja una nota larga como quien piensa en silencio, trota entre las blancas y negras teclas de la inspiración, desapareciendo para dejar que los demás den su discurso en un lenguaje exento de palabras.

No tenia nada planeado, y no precisamente porque sea de esos que se adjudican el merito de aventurar, sino que simplemente, lo que había pensado hacer desde el día anterior, ahí se quedaba, en el ayer.

Entro un poco desconcertado y sin dirección, venia aun metido en el transe involuntario de no pensar nada, tan así, que no me doy cuenta que voy pensando en blanco, solo avanzo, camino con los ojos abiertos, pero con la atención durmiendo, de pronto, vuelvo en si y busco alguna señal que me indique que carajos hago aquí, o hacia donde pretendía ir.
Ok, retomo “conciencia del lugar en donde estoy” y recuerdo que sólo quería caminar entre aparadores que me dieran muchas cosas en que pensar, no lo digo porque los aparadores me activen el pensamiento, sino que donde hay aparadores hay gente, y donde hay gente, hay mucho que ver ó hay muchos a quienes ver, incluyéndose a uno mismo en cada persona que no se quiere ser, y donde hay tanto que ver, seguramente algún pensamiento vendrá a sentarse junto a mi en esa vieja banca del alma, asiento en primera fila donde uno dialoga, observa, sentencia y justifica hacia sus adentros. Tal vez si llega ese murmullo interno, a veces ángel, a veces diablo, pueda marcarnos la diferencia de ayer a hoy, ó al menos hacernos sentir que este día, aprovechamos esa capacidad que dicen nos diferencia de los demás (yo no lo creo del todo así) la capacidad de pensar y razonar (sobre todo en esta ultima) .

Casi tan fanática y automáticamente como quien acude a misa los domingos, fui a dar a la tienda de discos, ni siquiera me resistí a llegar ahí, fue como cuando la marea regresa después de haber roto en ola a la orilla de la playa, y por mas que metas tus pies en la arena mojada, de todos modos te va jalando hacia dentro, bueno, era una sensación parecida, solo que sin objetar metiendo los pies en algún lado.

Después de andar casi una hora viendo discos ocurrió una de esas cosas que marcan el día, una de esas ideas que sabes que jamás olvidaras, porque llegan sin invitación, pero buscando que las escuches.
Estaba viendo discos de jazz y ya había tomado mi decisión sobre cual iría conmigo a casa. Entonces regrese a una zona de la tienda en la que no había reparado mucho sobre lo que ahí tenían. No sé ni porque regrese ahí, pues no tenia ninguna razón, o al menos no una que yo supiera, conociera o concibiera. Sin embargo regrese, me tope con ese cuadro que en el momento resalto como una moneda en el asfalto, y yo, solo voltee, fui con la mirada hacia él.

El fondo simula un horizonte, casi en el ocaso, en ese momento en que la estela naranja del sol, se mezcla entre el aviso de la noche y el final del día, pareciera un cielo rojizoanaranjado libre del protagonismo de las nubes, pero al mirarlo mas de cerca, me doy cuenta que ese cielo tiene las arrugas de la madera, y que ese color del sol al retirarse, también puede ser el color de la madera cuando se pone su vestido de caoba;
Al frente, la sombra de algún tipo afroamericano, con su sombrero, con la mirada un tanto agachada y la guitarra cargando al hombro, tomándola por el brazo y dejando que el cuerpo femenino debajo de las cuerdas, quede frente a su espalda y tras sus pasos. Ahí, al centro de la guitarra, un anuncio que dice: The Blues y en la parte superior del cuadro “Martin Scorsese Presents”.
Ya sabia de la existencia de una serie de documentales acerca de la historia del blues, y que fueron producidos por Martin Scorsese, e incluso ya había tratado de encontrarlos y adquirirlos, pero simplemente no estaban en ningún lugar en donde yo buscara, incluyendo tiendas especializadas en algún otro país.
Después de recordar eso, no lo pensé mas, tome esa caja con 5 discos y con mucho blues. El precio no fue nada humilde, pero siempre he creído que hay cosas que te pueden costar algo de dinero, pero que a la larga habrán dejado mucho mas en ti que un poco menos de presupuesto.

Ya afuera de la tienda y con algo de la historia del blues en mi bolsa, caminando a mi lado y colgando de mis manos fue cuando hice el descubrimiento de mi día.
Yo los compre pensando que eran DVD’S, que tendría un buen de horas para ver en la pantalla desfilar bluseros y mas bluseros, pero al abrir la bolsa y volverlo a ver, me di cuenta que eran CDS de música, sin ninguna imagen mas que la galería de fotos que venían en su interior y la imagen de la portada. Pensé en regresarlo, ¿Para que querría yo tantos discos de blues? pero antes de hacer eso, decidí darle oportunidad al primer disco de la serie, ponerlo, escuchar las primeras 2 o 3 canciones, sólo para comprobar que no lo quería, que no era lo que yo había pensado al comprarlo. Entonces ahí aprendí algo tan de pronto, tan sin aviso pero sin perturbar mi realidad negativamente “LOS ERRORES SON ACIERTOS DEL DESTINO”.

Cuando yo ilusamente pensé en darle oportunidad al primer CD, no me daba cuenta que a quien algo o alguien, en otro plano excluido del físico, le estaban dando una oportunidad era a mí. Pareciera ser que el destino se ponía de acuerdo con alguna parte inconsciente mía, para confabular y hacer que esa caja de discos llegara a mi universo y en este momento de mi travesía. Sobra decirles que no escuche solo 2 o 3 canciones, fue más que eso. Escuche el espíritu que hay mas allá de unas notas y de una voces, el espíritu de la creación, el espíritu que esta detrás de la necesidad de decir algo que ya no quiere seguir siendo solo un pensamiento y se ha convertido en canto, el espíritu detrás de la música, el espíritu del blues hecho en el campo y por hombres y mujeres con el alma convertida en canción.

Ese primer CD abarca el inicio del blues. Escuchar a Bessie Smith, J.B. Lenoir o a Son House es escuchar las primeras grabaciones donde aun no existían los instrumentos eléctricos, entonces aun se puede sentir el aire que corría mientras cantaban, o percibir el sonido básico de hacer un ritmo con los tacones de los zapatos, oír el gis del tiempo que en forma de acetato, nos dice que esto sucedió hace muchos años y ahora esta aquí, cantando en plena noche de un martes de un 2007, cobrando vida en mis oídos. Bienvenido sea pues este error que ha sido uno de mis grandes aciertos y bienvenido todo este blues a mi vida.

martes, 22 de mayo de 2007

AFORISMO JUNGIANO!


No estoy seguro de que exista un “Inconsciente Colectivo” pero lo que si puedo asegurar y con toda certeza, es que existe una “Inconsciencia Colectiva”.

(sobre todo en estos días).

sábado, 19 de mayo de 2007

EL SUEÑO DE PEDRO



Pedro Linares había caído en cama, abatido por una enfermedad de la cual no sabían nada, pues los avances médicos de esa época, no estaban disponibles para la gente humilde como el y su familia.
Inconsciente ante la mirada de los demás, Pedro soñaba con algún bosque de algún lugar de alguna otra realidad, al menos no de una realidad de ojos abiertos y veía en su andar árboles, animales, nubes y otras tantas cosas que le dieran al cuadro una apariencia de tranquilidad natural, tan así, que el no sentía ningún dolor , todo estaba en calma y se sentía feliz de estar ahí en ese paisaje.
De pronto, como si algo quisiera recordarle que se encontraba en un sueño, Pedro comenzó a ver como las cosas cambiaban de forma, se transformaban y tomaban rumbos que nunca habría imaginado. Así le toco ver a un burro con alas de mariposa, a un león con cabeza de águila y una serie mas de animales iconoclastas que no dejaban de gritarle ¡alebrijes! ¡alebrijes! Y cada vez el grito de estos se hacia mas fuerte hasta que Pedro, incapaz de seguir aguantando tan terrible sonido y provocándole este un fuerte dolor de cabeza, decidió tomar otro camino.
Al tomar ese otro camino empedrado, Pedro se encontró con un hombre y al verlo le pidió ayuda para salir de ese lugar, a lo que el hombre contesto que él aun no tenia que estar ahí, que tenia que caminar mas adelante.
Pedro corrió hasta llegar a una pequeña ventana, al cruzarla, fue entonces que despertó y salio de la enfermedad que le mantenía inconsciente, alejado de la realidad nuestra , provocando la felicidad de su familia, quienes no creían que el se recuperaría y que por ende moriría sin ayuda alguna, mas que la que pueden ofrecer los rezos, pues por su condición económica estaba fuera del alcance de obtener alguna ayuda medica.
Al despertar comenzó a recordar su sueño, las imágenes de los animales que en este había visto tomando diversas formas ,como si se tratara de un mero capricho onírico, así que aprovechando su oficio de cartonero y con la única idea de mostrarle a su familia y a la demás gente las formas de animales que en su sueño había visto, fue como empezó a trabajar en lo que hoy se ha convertido en una de las representaciones fundamentales del surrealismo artesanal mexicano: Los Alebrijes.
Todos los días, en nuestra realidad hay algo de esos alebrijes, tal vez nuestra propia realidad sea un alebrije.
La información sobre Pedro Linares y los alebrijes, fue tomada de la pagina http://www.alebrijes.com.mx/