lunes, 2 de junio de 2008

LOS PECES ROJOS


He estado leyendo al escritor michoacano Sergio Pitol . Esa manera suya de llevar un texto por la frontera entre el ensayo, el diario personal y la ficción, ha despertado mi curiosidad acerca de la literatura Rusa, sobre todo de los grandes como Gógol y Chéjov.

Será posible que la literatura rusa haya tomado vida en mi curiosidad a partir de las vivencias de un escritor mexicano? No lo se, pero esas caminatas nocturnas por el fuerte Moscú me dan envidia. Quisiera ser yo quien caminara por las calles frías, observando los vestigios de la historia del poder humano, los grandes trofeos materiales a la ambición humana que no reconoce izquierdas ni derechas: Ambición es ambición.

Los peces rojos que Pitol descubriera como amuleto en su niñez, serian ya un adelanto de su gusto por la roja Unión Soviética? O solamente lo asombraron como a mi por su colorida vitalidad? I dont know, pero ahora que lo pienso bien, en algún momento de nustras vidas nuestro color preferido ha sido el rojo, por lo menos lo hemos pensado en algunas de nuestras charlas silenciosas. Será que por naturaleza nos inclinamos hacia lo indebido? Digo esto porque no puedo dejar de pensar que desde niño me dijeron que los comunistas eran rojos, y yo me los imaginaba de piel roja, con miradas aplastantes y de pésimo humor, eso sin contar que también me dijeron que el diablo era rojo, que el infierno ardía en llamas y estas eran rojas (no amarillas o naranjas…rojas) . El rojo no deja de ser solo un color, al cual solo en obras de arte como esta de Matisse, se le hace justicia después de los símbolos que al pobre le han ido colgando y los que faltan por colgarle.

No dejo de ver esos peces.

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