martes, 1 de julio de 2008

ENTRE EL VIAJE Y UNA CASA AMARILLA


Ha terminado El viaje de Sergio Pitol y también el mío a través de sus paginas. En realidad me dejó muy buen sabor, tengo que admitir que antes de comprar mi boleto literario en ese viaje, no pasaba por mi mente la literatura rusa, la cual ahora forma parte de ese baúl lleno de curiosidades donde pretendo escarbar un poco.
Marina Tsvietáieva y Pasternak son los personajes que mas me llaman la atención. Claro, aparte de Chéjov, Tolstoi, Gogól, etc.
La primera por su poesía y por saber que tenia un vinculo muy particular y especial con Rilke . El segundo porque al parecer fue un punto clave en la literatura rusa antes y durante el régimen socialista. Aunque para ser sincero, creo que lo que me llama la atención es introducirme en algo totalmente desconocido para mi; supongo que tengo la esperanza de encontrar algo entre sus líneas que pueda darme esa sensación de movimiento, de saber que no se esta estático. Cuando eso sucede, como por arte de magia uno siente que la pesadez desaparece, que se tiene un rumbo y que tarde o temprano darás con el tesoro al final del arcoiris. Claro, un tesoro muy distinto a la imagen del tesoro dorado y físico. Supongo que inconscientemente es la búsqueda de la felicidad , esa de la que tanto nos cuesta hablar en un sentido real, por miedo a descubrir que estábamos equivocados en lo que creíamos.

Me he dado cuenta que me aburro fácilmente en la mayoría de los bares, cafés, antros, etc. Ayer estaba en una casa amarilla con múltiples ventanas en un segundo piso. En una de las paredes rojas, colgaba un cuando de 2 mujeres abrazándose y escondiendo su identidad bajo unas mascaras de luchadores. Me gustó el cuadro, creo que lo interpreté fácilmente y eso hizo que durante la noche constantemente volteara a verlo.
La música de fondo en realidad era muy de fondo, no tenia vida propia, no cubría su parte en la escena. Busco una platica, pero rápidamente pierdo el animo de hablar de nada. Pasa ya de la 1:00 AM, estoy resistiendo la tentación de volver a los viejos vicios. Una batalla mas.
Me voy a casa, no se si huyendo de la realidad, o escapando de tener que interpretar mi propio cuadro.